Tras un duro día de turismo por Roma hay que cargar la batería ¿cierto? hacer una parada para tomar un café o un helado, porque Roma está repleta de templos y no precisamente religiosos, o sí. Según quien tenga el heladismo por religión. Los italianos son los mejores heladeros del mundo y esto no es compatible con mantener la línea.
Un último aviso, tampoco intentes mantener la elegancia comiendo un helado, sobre todo en verano. El helado se deshará lentamente cayendo por el barquillo y por la mano hasta llegar al suelo y mancharte y mancharlo todo. Procura comerlo rápido y disfruta de este suculento manjar antes de perderlo en el suelo.
Para dar con un buen helado en Roma e Italia en general debes ir a locales especialistas y artesanales, ya tengan tradición o no. Evitando lugares donde también venden pizza, pasta y en definitiva: tengan un luminoso que diga: "solo para turistas". No tiene mucho misterio, voy a explicar unas cosas a tener en cuenta a la hora de identificar un buen helado:
1. Productos del tiempo: el sabor debe resultar aromático y si es de fruta, que sea de frutas del tiempo y de variedades de temporada. No tiene mucho misterio: leche, azúcar, fruta y una buena conservación.
2. Expositores: cuando el helado está hinchado en el expositor también puede ser artificial (venden aire y nunca mejor dicho). Los expositores es lo más habitual aunque lo ideal serían los pozzeti, una especie de cubos tapados que conservan mucho mejor el helado sin romper la cadena de frío. Si en la vitrina los helados están tapados: es buena señal.
3. Elaboración: debe ser casi diaria, pues los helados pueden aguantar 2 días en buen estado y no mucho más. Además si el helado brilla quiere decir que ya tiene tiempo. Las buenas heladerías deben fabricar los helados en sus propios obradores.
4. El color y la textura: debe ser un color natural. Debemos huir de colores llamativos e intensos que van bien cargados de colorante artifical, y a + color artificial, + sabor artificial, por ejemplo los helados de arcoiris. La textura debe ser agradable y suave al paladar, homogénea y cremosa pero sin llegar a disolverse en la boca.
5. No estar demasiado frío: resulta curioso pero no debe estar congelado (por eso se pueden tomar durante todo el año). Si encuentras escamas de hielo en él significa que tampoco ha conservado bien su temperatura, puede estar re-congelado y hasta pasado.
Y por último el precio: en lugares turísticos y cercanos a monumentos pueden llegar a costar hasta 3 €, pero no deberías pagar más por una bola de helado. Teniendo en cuenta estos consejos ya solo nos queda lanzarnos a patear la ciudad eterna y probar y disfrutar de cada heladería, porque en Roma es difícil fallar cuando se trata de tomar un helado. A continuación os dejo una lista con las mejores heladerías de Roma que nos recomendaron nuestros amigos romanos Regina y Mauro en uno de nuestros viajes a la ciudad: recuerda que quizás haya que hacer colas porque ¡se trata de comer los mejores helados del mundo!
Gelateria del Teatro, Roma |
2. San Crispino (Panteón y Fontana di Trevi): posiblemente la heladería más famosa de Roma porque aquí fue (en la de Fontana di Trevi) donde Julia Robers toma su helado en la película de Come, reza, ama. Precio: 3,5 €. Para que cada uno de sus sabores naturales conserven todos sus matices, estos helados se encuentran en recipientes cubiertos y así nos garantizan la buena calidad y conservación de las cremas (como ya leíste arriba). Su sabor de helado estrella sellama San Crispino y está hecho con miel. Solo sirven los helados en tarrinas, ya que dicen que los barquillos le quitan el sabor al helado. ¡Qué dura crítica, con lo que a mi me gusta el barquillo!
3. Giolitti (Panteón): otra de las heladerías de referencia en Roma envuelta en historia y encanto, que no pasa desapercibida por la zona del Panteón. Su ambientación tan bien conservada te hace retroceder al pasado y es que ¡tiene más de 120 años de historia! y solo por eso, por hacer tan bien su trabajo durante más de un siglo y mimar tanto a los helados, debes probarlos. Al helado también se le puede añadir nata montada por encima. Precio: 2,5 €.
4. Della Palma (Panteón): en la zona del Panteón se amontonan las buenas heladerías y esta es la tercera que nombro en un espacio tan reducido como son los alrededores del Panteón. Della Palma es la perdición de los sabores de helado porque te será realmente difícil elegir entre sus 150 sabores diferentes. Ver toda la vitrina es una tarea casi imposible. Un auténtico laboratorio de helados artesanales y de muy buena calidad.
5. Venchi Cioccolato e Gelato (Via del Corso): hay varias heladerías Venchi en la ciudad pero en Via del Corso quizás sea la que mejor te pille. Son productores de helado y chocolate con una larguísima tradición desde 1878. Un elegante local con una cascada de chocolate y paraíso de los bombones. Prueba el helado de chocolate!
6. Valentino (Piazza del Quirinale): si los 3'5 € de San Crispino se te van de presupuesto, a la vuelta de la esquina tienes la heladería Valentino. Esta heladería familiar no es menos que las anteriores. Con una gran experiencia heladera a sus espaldas ofrece todo tipo de sabores caseros y auténticos, hechos con productos naturales. Es por eso que también gusta mucho tanto a turistas como a los propios romanos, así que si te dejas caer por la Fontana di Trevi, que no lo pongo en duda, no olvides pasarte a probar tu helado. El precio de la tarrina pequeña es de 2 €.
7. Fatamorgana (Campo de Fiori, Monti y Trastevere): es una cadena y las 3 más céntricas son: Campo de Fiori, Trastevere y Monti. Es de las heladerías más jóvenes .Sin aditivos, ni colorantes, ni conservantes; al igual que las anteriores es totalmente natural y deliciosa. El precio de la tarrina pequeña es de 2'50 €.
8. Fior di Luna (Trastevere): pequeña y discreta pero con helados de 10 y elaboración 100% artesanal en la zona de Trastevere. No tienen una gran variedad pero apuestan por productos naturales y ecológicos de la zona combinado con innovación. Tienen como norma desarrollar sus helados de una forma sostenible sin sacrificar la calidad y el sabor de los helados y solo por eso merece ser la heladería top del Trastevere.
9. Gelateria del Teatro (Piazza Navona): tomar un café calentito y un helado en invierno es compatible en esta acogedora y encantadora heladería de Roma, premiada por ser una de las más fotogénicas y por tener la mejor galleta de barquillo. Trabajan con productos frescos y naturales de temporada y los sabores son muy creativos y deliciosos, pero como siempre: en las buenas heladerías pueden formarse largas colas. Precio: 3 €.
10. La Romana (Piazza del Popolo): hayas ido ya a Roma o no, con origen en Rimini, esta heladería se ha abierto a Europa y podrás probar estos helados también en sus coquetas heladerías en Madrid o Ibiza (quizás en Roma no te pille a mano). Tampoco son los helados más económicos, pero no por ello dejan de estar en la lista top de helados de Roma.
estuve en roma algunas veces,pero ahora voy a viajar con mi hija q es su 1ra.vez y quiero ofrecerle mi experiencia y sumarle la tuya Andrea
ResponderEliminar:D y que no falte un buen helado!
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